martes, 24 de noviembre de 2009

Shopping day with Kerrie




Ayer amanecí temprano. Y nada más hacerlo y adivinar la luz tras los estores, los levanto y me vuelvo a meter en la cama a disfrutar de la vista. Es francamente agradable.

Kerrie vino prontito a buscarme. El día estaba feote, con lluvia intensa y temperatura baja, así que aprovechamos para ir de shopping. Antes de hacerlo, pasamos por su casa a recoger un cupón descuento para una tienda de deportes donde vamos a ir a buscar unas nike para mí. Al llegar, y a pesar de la lluvia, no puedo evitar salir del coche a hacer una foto a su casa. Es maravillosa y tiene un bosque que, despojado de hojas por el invierno, pareciera el lugar ideal para rodar una peli de la saga de "sleepy hollow".




Llegamos al Mall a la hora del lunch, y decidimos comer en un restaurante italiano estupendo. Hay dos cosas que sorprenden, al menos a mí (lo de los niveles de amabilidad de los camareros ya no me sorprende, viven de las propinas y dan lo mejor de cada uno)y son por un lado el que, aunque los manteles son de tela, el sobremantel es de papel, lo que no pega nada en este entorno... y por otro lado sorprende que el lugar es primoroso y sin embargo el precio es muy asequible (menos de 30 euros las dos propina incluida)



El restaurante tiene entrada directa al Mall, asi que nos disponemos a hacer la tarde. Nuestro primer destino es una de mis tiendas favoritas, el "bath and body works" donde invertimos ni sé el tiempo probando todo tipo de olores, de geles, de cremas... y salimos con sendas bolsas gigantes... lo ideal es empezar la jornada de compras cargadas... somos super listas...

Después pasamos por la tienda Disney donde por fin encuentro el perro de Up para Jimena y tras esto vamos a la Apple Store. La chica que me atiende me pregunta mi nombre y lo utiliza durante toda la conversación. Creo que esto no se estila en ventas de tiendas en España nunca, pero como cliente suena agradable.
Compro algunos ipod de encargo y ni siquiera tengo que ir a la caja. Una especie de datáfono donde firmo me trae el pago donde estoy. Desde luego, cómodo y eficaz.

Tras el Mall, vamos a varias tiendas de deportes donde, sin éxito, buscamos mis nike. Y, al final del día, y recordando muchisimo a Carmen, acabamos en Marshalls. No sé que me pasa en ese lugar pero me hace hiperventilar... hay tanto para ver y para comprar que llega a agobiar. Pero como gracias a la pastillita mágica de Sue he dormido 10 horas, tengo la fuerza suficiente para perderme entre percheros de ropa y coreando los villancicos de la banda sonora del lugar, para sorprenderme, una vez más, de los precios de aquí.

Salgo con una chaqueta clónica del pelo de Cleve y con la intención de volver el black friday de nuevo.

Cuando abrimos el maletero del coche nos damos cuenta de la inmensidad de la tragedia, así que decidimos que lo mejor es parar de comprar y tomarnos un vino con Sue... siempre nos saldrá mucho más barato...


2 comentarios:

  1. ay querídisima que esto es como una novela por entregas... y yo que podía estar en ese cuarto que te han prestado por si invitabas a alguna amiguita... y en esos hermosisimos paisajes, y comprando... jejeje te recuerdo en Miami... Dios!! que envidia más total... besitos mil Begoña

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