domingo, 28 de agosto de 2011

El gobernador de Connecticut y la intérprete de signos

Esta mañana, antes de que el generador de casa de Kerrie hiciera "kaput" y que las cosas se complicásen mucho en el hogar de los Flannagan, hemos invertido un rato en hacer una de las pocas cosas posibles (bueno, también podíamos comer o darle al tintorro pero lo de comer no es muy bueno para mi dieta y al tintorro ya le dimos Kerrie y yo ayer en una de esas conversaciones de madrugada "a calzón quitado") así que lo de ponerse frente a la caja tonta para ver cómo se sucedían las noticias del huracán era una de las mejores opciones.

Casi todo el rato hemos tenido la NBC de NY, porque la tele ha decidido que para cambiar de canal necesitábamos más energía que la que proporciona el generador, así que cuando ya estábamos hartos de ver imágenes de Staten Island, Queens y Times Square, hemos decidido que lo mismo era una buena idea "rebootear" la tele para pillar alguno de los canales locales (aquí son absolutamente localistas y se miran el ombligo, así que o localizábamos un canal de Connecticut o no nos enterábamos de nada de lo que había pasado)

Hemos intentado con el Canal 3 pero estaba totalmente off... con lo que me hubiese gustado ver a mi amigo Bruce DePriest contando todo lo del huracán... así que hemos pasado al Canal 8 en el que la rubia presentadora tenía cara de funeral de tercera, lo que nos ha preocupado bastante.

Inmediatamente, hemos pasado a ver la intervención del gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, en rueda de prensa para comentar la situación del estado de Connecticut.

La comparecencia podría haber sido comparable a algunas de las que tenemos en España... salvo por algunos detalles: los periodistas eran más certeros, más rápidos e iban mejor al nudo de la cuestión que en España, apenas dejaban tiempo a que el gobernador pensara, el diálogo fue rapidísimo. El gobernador en todo momento conservó la calma, respondió con datos concretos
y emitió algunos mensajes de forma machacona, mensajes que tenían que ver con aquellas personas que estaban más afectadas por el huracán, especialmente aquellos que se habían quedado sin luz (700.000 hogares), personas mayores, personas imposibilitadas o niños. El mensaje era para sus vecinos: "por favor, confirmen que sus vecinos ancianos o imposibilitados están bien y que no les falta de nada"... un mensaje muy enlazado con la solidaridad entre vecinos absolutamente necesaria en un estado con casas diseminadas como setas en el que el saber que alguien cercano te puede ayudar es clave.

Otro detalle que me ha llamado la atención ha sido la intérprete de signos que estaba con él. Rápida, expresiva, y tremendamente interesante bajo el punto de vista de la comunicación. Independientemente de que sólo se comunicase con las manos y con los gestos, la forma en que lo hacía, su expresividad era brutal. Y contrastaba extraordinariamente con el aspecto sereno y serio del gobernador.

Y me ha parecido curioso que en una sola imagen en televisión tuviésemos los dos aspectos de la comunicación: el asunto y la emoción. El asunto transmitido por el político y la emoción transmitida por la intérprete. Y esto me lleva a la reflexión de que quizá lo que necesiten nuestros políticos sea una interprete de signos...


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