sábado, 18 de julio de 2009

I want to be like Huckleberry Finn


Hoy amaneció lloviendo. No era una lluvia fuerte, ni siquiera sonaba al chocar con el suelo. Era más bien una lluvia asturiana, de esas que pareciera que ni siquiera mojan, pero que molestan.

Así que pensé en ponerme unos zapatos cerrados, coger el paraguas y prepararme para otra potencial thunderstorm de camino a Durham.

Sin embargo, y como las predicciones del weather channel, que pueden cambiar en cuestión de minutos, cuando salí a la calle había dejado de llover e incluso tímidamente asomaba el sol.

Como mañana es el cumpleaños de Sue, cogí el coche en dirección a Marshalls, un lugar que según mi mejor amiga Carmen debía visitar sí o sí, a ver si encontraba algo que regalarle. Y eso que regalar algo a alguien a quien apenas conoces es complicado, pero como de igual manera tendría que ir porque si vuelvo sin hacerlo Carmen me matará, me llego a uno que hay en West Hartford.

Como todas las tiendas de aquí, es enorme. Entro y veo la sección de zapatos. Craso error. Miro y oteo así de lejos alrededor de cincuenta modelos de esclavas. Me pruebo unas y me encantan. Y las otras también. Y de lejos, unas flip flap me llaman... así que como veo que mi vida va a ser un sindios allí y que solo tengo una hora,opto por irme, fundamentalmente por el bien de mi economía.

Al lado, en la food court veo que hay plantas. Quizá sea una buena idea regalar una, es algo poco comprometido y que en general, gusta. Entro y en seguida diviso una orquidea aterciopelada color violeta oscuro que me gusta. El floristero, un tipo con una media melena a lo Peter Horton, me pregunta si necesito ayuda. Le miro y me sonríe. Y su sonrisa multicolor ilumina el super...

Le pido una funda para el tiesto y se ofrece a ir a buscarme una. No, digo yo, ya voy yo. Pero antes de terminar, con esta amabilidad que gastan por aquí, había vuelto con tres tiestos que podrían servir. Me sugiere uno pero me dice que mejor en azul (a mi a estas alturas y epatada por la sonrisa multicolor tanto me da un color que otro) y va a buscarlo. De repente, busca en su mostrador y saca un tiesto de zinc en verde oxidado que es el que le va fetén. Le doy las gracias y cuando voy a pagar me dice que es un regalo. Increible.

Llego a Durham y me voy con Sue y su familia a casa de su sobrina. Es el cumpleaños del niño y han quedado alli. Sue lleva nachos y sangría y allí hay pizza y alguna otra comida saludable.
Cuando llego me siento como si fuese invitada a la mesa con la familia de "little miss sunshine". Me siento en una silla y abro bien los ojos. Qué suerte que tengo de poder estar en ambientes tan diferentes al mío. Todo tipo de perfiles en esta reunión: niños, jovenes, mujeres de mediana edad, hombres de todo tipo... Me presentan y voy charlando con ellos. Me encuentro a un hombre que me habla de la Barcelona del 72. Yo casi ni recuerdo la de antes del 92, así que lo que me cuenta me suena a chino. Otra mujer me pregunta cuanto tiempo voy a estar y muchos dicen que mi inglés es encantador. Y, como diría mi amigo Jose, ellos son muy majos.

En un momento determinado, le dan los regalos al niño. Y tiene tantos que no sabe ni a cual hacer caso de los nervios y la excitación. El resto le ayudan a abrirlos, juegan con él... pero en diez minutos nuestro protagonista está en el arenero con un camión sin hacer caso a los nuevos regalos... veo que los niños son iguales en todas partes.

Más allá me fijo y veo a un niño subido en un neumático que está colgado de un árbol. Su padre le columpia y el vuela por el cielo de Middletown. Y grita. Y ríe. Y yo recuerdo a Huckleberry Finn y sus aventuras. Y deseo tener cinco años. Y entiendo a Carmen cuando me dice que quiere que sus hijas vivan esto. En este momento lo entiendo muy bien...



2 comentarios:

  1. ¡Ya me estabas tardando en ir a Marshalls! Me quedo más tranquila.
    Mágico para los niños, ¿verdad? Ana y Clara van a comprar helados en el carrito de golf, campo a través. Si eso no es un buen momento veraniego...
    Me quedo con la frase "hombres de todo tipo". ¿Alguno en especial?

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  2. Indescriptibles, compañera, indescriptibles... necesito un gintonic delante para más información...
    Besos mil, guapa

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