jueves, 23 de julio de 2009

Donde reside el amor


Donde reside el amor es una preciosa película del año 95 protagonizada, entre otras, por Winona Ryder y Ann Bancroft que relata la historia de una mujer con una crisis de pareja que para poner distancia física y mental decide ir a casa de su abuela, donde entre esta y unas amigas le estan confeccionando un quilt para su boda.

Ese quilt donde cada una pone su historia es una mera excusa para disfrutar, durante la hora y media que dura la película, de un intercambio de sentimientos, vivencias y emociones muy especial. Cada una de las mujeres se desnuda en ese momento en el que las barreras bajan, la tensión se relaja y uno solo tiene que pensar en lo que tiene entre las manos.

Yo, al contrario de lo que le pasaba a las protagonistas de tan bella película, odio coser. Y no solamente lo odio sino que además, es algo que me estresa. Por eso cuando esta tarde he llegado al curso sobre bolsos navajos que comenzaba hoy he pensado que mi madre se estaría matando de la risa allá donde estuviera, solo de ver el estrés que me provoca el enhebrar un hilo en una aguja.

Sin embargo, y ya que tenía tres horas por delante en tamaña labor he pensado eso de que con lo bien que cosía mi madre lo mismo algún gen despistado me quedaba. Y me he puesto a la tarea.

En un momento determinado, mientras la profesora nos contaba que su hija se casaba en Pennsylvania el mes que viene y cada una de nosotras hablaba de su vida y su momento, me he visto protagonista de esa película. He mirado desde arriba y he visto una escena tan relajante, tan cálida y tan especial que incluso he disfrutado cosiendo las minúsculas cuentas del bolsito navajo, una tarea que requiere concentración total que, en algunas ocasiones, es algo muy interesante, la verdad.

Las tres horas se me han pasado en un plisplas. Y, algo más tranquila que cuando salí de casa, vuelvo conduciendo despacito entre los reflejos que la lluvia, un día más, nos deja en esta parte del mundo...


1 comentario:

  1. Que chulada de curso. Ya sabes a quien le vas a tener que dar unas clases cuando vuelvas. A malas nos podemos montar un chiringuito para vender bolsitos, eso si, con nuestra pagina web y todo :D . No se si venderíamos mucho, pero si que ibamos a estar bien relajadas de darle tanto a la aguja y a la humeda. A lo mejor hasta descubríamos dónde reside el amor y todo :P

    Pd: Me acorde mucho de ti en el concierto de Madonna. Habríamos movido el esqueleto de lo lindo :D

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